08 Abr EN CAMINO HACIA LA CG XXI: nos convoca la esperanza de la pascua
Hace poco más de un mes era convocada la CG XXI. Recordemos que «la Congregación General es la suprema autoridad del Instituto y su órgano legislativo. Se reúne en los tiempos establecidos como asamblea colegial de gobierno que representa a todo el Instituto. Es un encuentro en la fe y en la caridad para consolidar el Instituto, renovarlo según su carisma y espíritu de sus Fundadoras y hacer más fuerte la unión entre sus miembros» (C. 120).
El lema de la Congregación General XXI, «Contemplar Su Corazón, nos lleva a mirar el mundo con activa esperanza” surgió del deseo de seguir dando pasos en la línea de las llamadas de la CG XX y de sembrar esperanza ante la realidad de pandemia que estamos viviendo toda la humanidad.
En la Encíclica Fratelli Tutti el Papa Francisco se hace “eco de tantos caminos de esperanza” como hay en nuestra realidad (FT 54) y nos dice: “La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna. Caminemos en esperanza” (FT 55).
La imagen de Cristo crucificado nos acompañó en la CG XX, siendo inspiración para abrirnos a la Misericordia que brota de su Corazón traspasado. Hoy queremos seguir contemplando ese Misterio de Amor deteniendo la mirada en la Esperanza que también brota de Su Corazón. Esta pintura de Sieger Köder, nos habla de un sufrimiento iluminado por la esperanza que nace del sepulcro vacío. La piedra corrida parece detener la expansión del mal representado por el color negro. Del sepulcro vacío, que nos trae a la memoria el sufrimiento expresado por las cruces envueltas en el rojo de la sangre derramada, se extiende la luz, la vida de flores y
hierba, y con una inesperada originalidad aparece la rosa roja, simbolizando la nueva vida del Resucitado, un amor único, gratuito y universal.
Cristo Resucitado está presente en todas las realidades, incluso en aquellas más aberrantes que podamos imaginar, porque en todo está Dios dando vida, “considerar cómo Dios trabaja y labora por mí en todas las cosas criadas sobre la faz de la tierra” [EE235-236]
Köder busca representar a Jesús fuera del cuadro, en el mismo plano del espectador, busca, de esta manera indicar que Jesús sigue vivo hoy en la persona del que mira el cuadro. Puede ser para nosotras una llamada a participar desde dentro tanto de la muerte como de la Vida Resucitada que trae consolación y esperanza para el mundo.