31 Ene CG XXI. TRIDUO II: UN CORAZÓN SIN FRONTERAS
La oración de esta mañana, nos situó en el corazón del Amor: el Corazón del Padre. A través de Jesús conocemos este corazón y sus preferencias. Jesús nos dice que Su Padre se ha revelado a los pequeños (Mt 11, 47). La sabiduría del Reino no es alcanzada por los poderosos y sabios de este mundo, satisfechos en sus seguridades, sino que es revelada a los pequeños, a aquellos que se saben necesitados y esperan el Reino.
Dios se nos da a conocer como Creador y Señor, pero también como custodio de lo frágil y vulnerable, amigo de lo pequeño, con su mirada nos descubre el valor de lo sencillo y auténtico. Este Dios Padre-Madre nos invita a mirar como Él, más allá de las apariencias.
Por la tarde, la oración nos llevó de la mano de una mujer extranjera (Mc 7,24-30), que sorprendentemente acaba evangelizando a Jesús. La determinación de esta mujer, movida por el dolor de su hija, va a remover la visión de Jesús, consigue desbordar las fronteras de Israel. Jesús escucha la voz del Padre en esta mujer y se abre a la universalidad de la salvación.
Por dentro, vamos sintiendo como Dios va haciendo camino en nosotras, preparándonos para vivir esta congregación como ejercicio de escucha y apertura, como oportunidad de cambio, de conversión al Dios siempre mayor.
Inés Ruiz, aci
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