CG XXI. APOSTANDO POR LA VIDA, PONIENDO EN EL CENTRO A LA PERSONA

CG XXI. APOSTANDO POR LA VIDA, PONIENDO EN EL CENTRO A LA PERSONA

El día de hoy empezamos compartiendo de forma muy creativa el tema de la charla de ayer  “BUSCADORAS ALCANZADAS Y PROVOCADAS POR LA ESPERANZA”. Toda esta riqueza pasó por el corazón de cada Hermana y fue plasmada en una explosión de creatividad realizada en “bocetos de esperanza”, expuestos en las salas para que todas podamos disfrutar y dejarnos inspirar por las experiencias de las demás. 

Enseguida pasamos al panel que trató del tema “Educar es un acto de esperanza” con  varias intervenciones: Juan Jairo Laverde, Director del Colegio de Bogotá y miembro de la Familia ACI,  nos habló de la implicación de las familias en los centros educativos. La H. Bindu Michael (India) compartió sobre la formación de profesores para la educación especial. La H. Euphasie Konde (Congo-Camerún) enfocó el tema “Educar en el cuidado de la casa común”. Loreto Sáenz de Buruaga, Coordinadora del Área Pedagógica de la Fundación Educativa ACI, nos explicó cómo están planteando el “Poner al alumno en el centro en la tarea educativa”.

Al final de la mañana, pasamos a la ponencia de Carlos Askunze Elizaga del equipo de REAS Euskadi, experto en el campo de la Economía social y solidaria. Pertenece a la fraternidad de los Escolapios, con amplio compromiso social y eclesial. Nos dio una visión amplia de la Economía social y solidaria, que cuida la vida y está al servicio de la vida, dándonos  a conocer plataformas y redes para el intercambio entre las entidades, proyectos en redes que trabajan en torno a los valores de la economía solidaria y el comercio justo, además de muchas posibilidades de inversiones éticas y solidarias. Ha sido innovador para muchas y nos inspira a repensar nuestro modo de gestionar la economía en nuestras comunidades. 

La H. Nurya Martínez-Gayol volvió por la tarde para hablarnos del “Diálogo reparador”. Entrar en diálogo es más que una conversación, una charla o un intercambio de opiniones. Al igual que la experiencia de los discípulos de Emaús, dialogar es caminar juntos hacia una novedad o una realidad aún desconocida, sin guión. Requiere que los participantes se vacíen de nociones preconcebidas y hagan humildemente sitio al “otro”, escuchando con empatía y dialogando desde las heridas de la vida, así como desde sus alegrías. Este tipo de escucha requiere una verdadera esperanza: confianza en la comunicación de Dios a través del “otro”, y esperanza de que el camino se haga evidente con y a través del otro. Creer, como nos recordaba Nurya, es ver lo que surge de la escucha.  Es un riesgo dialogar, pero Dios nos precede en el riesgo de dialogar con la humanidad. Después de la presentación nos ha quedado a todas la inquietud de cómo transmitir lo que estamos viviendo, procesando y discerniendo aquí en la Congregación General en forma de “diálogo reparador” con el resto de la  Congregación, abriendo espacio para seguir dialogando y aportando… 

Seguimos con las “Noches de esperanza”. Esta vez fuimos a la Provincia Argentina-Uruguaya y a Filipinas.

Las HH. Ángeles Martín y Francia Opiana (Filipinas) nos compartieron las respuestas a las emergencias climáticas en Filipinas en estos últimos años.  Es un archipiélago formado por cerca de 7500 islas y, por estar situada en el “cinturón de fuego” del océano pacifico, situación agravada por los cambios climáticos, es frecuentemente afectada por tifones, erupciones volcánicas, terremotos y ciclones tropicales, que afectan a las poblaciones, principalmente a los más pobres. Sus respuestas son lo más inmediatas posibles, en red con otras instituciones, voluntarios, religiosos, padres de familia de nuestros centros, unidos en la solidaridad.

Las HH.  Inés Greslebin y Camila Basombrío (Provincia Argentina-Uruguaya) nos hablaron de los proyectos de economía solidaria que han ido realizando a lo largos de los últimos años, tanto con mujeres en Santiago del Estero como mujeres inmigrantes de Venezuela, que a pesar de tener carreras profesionales y muchas ganas de hacer algo, se quedan en casa por necesidad de cuidar a sus hijos. El acercamiento a la realidad del pueblo con una mirada contemplativa les ha hecho descubrir los propios recursos existentes con posibilidad de transformación y producción local, promoviendo emprendimientos productivos con mujeres migrantes. El proyecto de cerámica “Ninashpa”, los huertos familiares, y un proyecto que aprovecha la lana y el cuero de las ovejas, transformándolos en productos comerciables, contando también con la implicación de artesanos y formadores locales, son tres ejemplos bellísimos de esta intervención desde abajo y con la gente, en nuestro compromiso desde la Economía Social y Solidaria.

Una vez más sentimos como la misión de cada Región y Provincia nos mueve e inspira a seguir “implicándonos y complicándonos” al servicio de nuestros hermanos más pobres, allí donde estemos y con toda la creatividad y audacia que podamos.