19 Feb DESAFIOS A NUESTRA EDUCACIÓN EVANGELIZADORA. TIMOR
Timor es un país pequeño que ha logrado su independencia después de haber sufrido muchas pérdidas humanas. Durante la ocupación indonesia, la educación fue impartida, en su gran mayoría, por profesores indonesios. Cuando el país llegó a su independencia no tenía profesores nativos formados para enseñar. De sus habitantes surgió la iniciativa de organizar a los niños y enseñarles con personas voluntarias que hicieron las veces de profesor, pero sin titulación.
Actualmente los jóvenes estudian y se preparan como profesores cualificados pero, de momento, la mayoría de la enseñanza continúa con “profesores” voluntarios. Consecuencia de esta situación es que se enseña pero, sin calidad, metodología y sin contenidos adecuados.
Ante esta situación del país los desafíos a nuestra educación evangelizadora son: formación de profesores, educar para la paz y la no violencia, educar en la verdad, educar en la igualdad de género, educar para el cuidado del medio ambiente y el trabajo con las familias.
Es urgente para elevar el nivel de educación y darle calidad la formación del profesorado. Es para nosotras un reto al que cada año procuramos dar respuesta con los medios con los que contamos, entre ellos aprovechando la presencia de voluntarios.
Otra consecuencia de este sistema actual de “profesores voluntarios” es que los niños no desarrollan muchas competencias importantes para su proceso evolutivo: arte, creatividad, investigación, trabajo en equipo…
Nosotras tenemos pocos medios pero intentamos responder a estas lagunas con actividades extracurriculares: danza, inglés, informática (nos han donado 10 ordenadores no nuevos de Australia), coro, educación física, huerto.
Otra dimensión que trabajamos y es siempre un desafío para nosotras es educar para la paz, en la no violencia.
Es un trabajo diario sensibilizar a los niños y profesores motivando para el respeto, para saber escuchar opiniones diferentes, comunicar sin violencia y corregir a los alumnos de modo positivo.
A lo largo de los años hemos avanzado en educar en la igualdad de género. No es fácil por el contexto social y cultural, pero vamos dando pasos significativos.
Otro desafío que tenemos es educar para hablar y vivir en verdad, sin esconder información/acciones. No es fácil pues implica mucha atención a los niños, escucha y comprender sus situaciones, entender lo que viven y dar valor a su compartir en verdad.
En el conjunto de nuestros desafíos entra también la preocupación por cuidar el medio ambiente. Nos toca sensibilizar a los niños y a sus padres para proteger los árboles, no quemar la tierra, quemar la basura y hacer un cultivo sostenible. Respondemos también a este desafío con el proyecto de “Pequeños granjeros”
Está pendiente el trabajo con las familias. Queremos que sean parte activa en la educación de sus hijos: educar en valores, en verdad, en no violencia, en el trabajo con otros. Nos queda tarea por hacer.
Como telón de fondo está el trabajo en valores. Cada año trabajamos uno con un lema que nos motiva y ayuda a profundizar en distintos valores. Este año hemos elegido la Responsabilidad con el lema “Aprender y enseñar con el corazón”
Como Esclavas del Sagrado Corazón en Timor, es para nosotras un reto y a la vez una alegría poder colaborar al desarrollo de la educación en Timor con las características de nuestro modo de educar “La Pedagogía del corazón”. Nuestra acción no se limita a la educación formal que existe en Bazartete. En las comunidades de Dili y Kasait, tenemos proyectos de educación no formal con Apoyos escolares y otras actividades.
María Llano, aci