25 May CENTRO SOCIAL SANTA RAFAELA MARIA. RD Congo
El centro social Sta. Rafaela María ha comenzado en Kinshasa en los años 90 como centro de alfabetización de jóvenes y madres del barrio, que no habían podido ir al colegio. La alfabetización siempre ha ido acompañada de alguna actividad con la cual pudieran tener después una fuente de recursos económicos para sacar su familia adelante y se han ido realizando con ellas distintas actividades: fabricación de jabón, cocina, costura, etc. Los resultados siempre han sido satisfactorios y gracias a ello muchas mujeres han sacado adelante su familia.
Actualmente en el centro hay 21 mujeres, y este año se han incorporado 5 hombres pues hemos ofrecido clases de informática y han pedido poder incluirse. Es un centro de educación no formal, donde tratamos de dar una educación integral. Lunes y jueves este año como novedad hemos ofrecido clases de informática, martes y jueves francés y costura.
Los objetivos principales de esta educación no formal son:
- Empoderamiento de la mujer, ayudándole a ser independiente, libres, sin complejos, mejorando su autoestima y capaces de gestionar su propia vida y la de su familia
- Aprender a leer y escribir en francés y lingala
- Aprender a realizar patrones y coser modelos simples de: falda, camisa, pantalón y vestidos
- Educación para la salud: enfermedades de transmisión sexual, abusos, violencia de género, salud reproductiva.
- Aprender a cocinar distintos platos variados según el contexto de aquí y de manera económica
- Formar mujeres abiertas a los problemas ecológicos que tanto sufrimos en la ciudad de Kinshasa y capaces de aportar su contribución al cuidado de la Tierra
- Formar mujeres cristianas, comprometidas en sus comunidades respectivas (muchas pertenecen a sectas cristianas)
Las personas que participan en la formación, están muy contentas, se percibe un verdadero progreso y sobre todo se percibe que mejoran su autoestima, se vuelven independientes económicamente y mejora la calidad de vida de ellas mismas y de su familia. Al aprender a leer y escribir, son consideradas ahora en su familia -que antes no lo eran- y se sienten valoradas, además de poder funcionar mejor en la sociedad. Algunas mujeres vienen con sus propios bebés a la espalda al no tener con quién dejarlos. Este proyecto está abierto a todo el mundo, sin tener cuenta de la tribu ni de la religión.
La formación se lleva a cabo en algunas de las aulas del colegio y en un aula polivalente que se construyó justamente para este centro social y es donde realizan las formaciones abiertas y la costura.
Ahora estamos intentando darles a conocer el pacto educativo global con sus 7 compromisos, pero es bonito constatar que este proyecto precedía muchos años al pacto y justamente responde a esos desafíos: poner en el centro la persona, prioridad de la mujer, apertura, cuidado de la casa común, participación de la familia, etc
El pacto educativo global es un impulso para seguir animando este centro y seguir siendo creativas y ofrecer oportunidades de formación actualizadas a la época actual y al mundo que vivimos.
Ana Gutiérrez, aci