15 Mar BIENVENIDOS VENEZOLANOS / USA
Venezuela en caos, un río de salidas apresuradas
Últimamente el caos político, económico y la flagrante violación de los derechos humanos, forzaron a más de 4.6 millones de personas a huir de Venezuela. Esa crisis de desplazamiento es la segundo más grande en el mundo y la más grande en la historia de América Latina, (según la autora D. Panayatato, Dec. 2019, Colombia)
Los venezolanos/as están huyendo de una crisis profunda caracterizada por la violación de los derechos humanos y un estado de emergencia cada vez mayor. A causa de estos sucesos, las Naciones Unidas han pedido a la comunidad internacional reconocer a los venezolanos como refugiados. La mayoría de los estados de América Latina han firmado una declaración que extiende la protección a “personas que huyeron de su país a causa de las amenazas contra sus vidas, seguridad o libertad por violencia generalizada, agresión ajena, conflictos internos, violación de derechos humanos masivos, u otras circunstancias que gravemente turban el orden público”. En Venezuela la crisis humanitaria que se ve en la pobreza, falta de alimentos, medicamentos, y otras necesidades básicas es producto de años de falta de responsabilidad fiscal y de la corrupción.(Wilson Center online)
Ofrecemos el narrativo de una hija, entre las 112,00 personas venezolanas actualmente en Florida, USA. Mileidys y su hermana Miliseth, que con sus esposos e hijas llegaron a USA hace más de 4 años.
Mileidys escribe, “Mi mamá, Coromoto, nombre de la Santísima Virgen, patrona de nuestra patria, es licenciada en enfermería y ha trabajado en Diálisis por 35 años. Mi papa, Jesús, es Médico especialista en Nefrología y ha trabajado como médico por 25 años.
“La aventura de mis papas (Coromoto y Jesús) de 60 años cada uno, comenzó el 23 de junio 2019, cuando salieron de Venezuela por Colombia. No fue una decisión ligera. Aman nuestra patria, son de la tercera edad, y no había para ellos mucha probabilidad de una recepción positiva en los USA. Sin embargo había que hacer algo. Faltaban alimentos y seguridad. Mi papá vio morir a sus pacientes por falta de los medicamentos necesarios por una enfermedad grave como sucede cuando los riñones fallan, sin esperanza de que la situación del país iba a mejorar. Hasta el punto de que, tan fuera de control era la inflación debida a la corrupción durante tantos años, que un litro de agua les costó diez dólares, sí, un sólo litro, diez dólares norteamericanos!
“Cuando mis padres llegaron a Colombia, volaron a México y llegaron a Monterrey el 25 de junio. Durmieron en los aeropuertos por dos días. Al menos tenían los recursos para volar. Pensamos en tantos quienes van caminando cientos de kilómetros peligrosos, sin alimento y ropa apropiada, algunos de ellos ya enfermos. Nuestro país vecino, Colombia, necesita ayuda internacional para sostener a esos cientos de miles de peregrinos con destinos desconocidos.
“Mis papas entraron a los Estados Unidos el 6 de Julio 2019, por Texas, y solicitaron asilo político en el puente internacional de Brownsville. Luego, los oficiales de Estados Unidos los separaron. A mi mama la trasladaron al Valle Correccional Center (Texas) y a mi papá lo dejaron allí. !Esa separación fue causa de mucha ansiedad para los dos! Enseguida le quitaron TODO, ROPA, CARTERAS, DOCUMENTOS, la ropa que tenían puesta. Le entregaron uniforme de preso color gris, e inclusive a mi mama le dieron ropa interior usada pero lavada. Tenían agua a su disposición para saciar la sed pero con un sabor muy intenso a cloro. Nosotras, sus hijas, les mandamos dinero para comprar agua. El día que salieron del Centro de detención, no le entregaron todas sus pertenencias, incluso había cosas rotas.
“A mi padre le pusieron en un cuarto de 2×2, encerrado con 10 hombres de otras nacionalidades. En esos 10 días no le permitieron bañarse, ni cepillarse, debía hacer sus necesidades fisiológicas en el mismo cuarto delante de los 10 hombres, solo le daban Tacos de comida. Luego lo trasladaron a Mississippi, donde estuvo por 45 días y por último lo trasladaron a Louisiana.
“Cuenta mi mama que el oficial de inmigración de Texas que la atendió, la trató tan mal, que ella sintió que sólo le faltó pegarle. Después de que mi mamá permaneció detenida por 3 meses en Texas, la trasladaron a Mississippi, un estado que no tiene fama por su trato humanitario a los encarcelados….
“Cada vez que ellos eran trasladados a otros centros, los trasladaban encadenados de pies y manos. Estas humillaciones a pesar del hecho de que la presencia no autorizada en USA no es un crimen, no es ni “felonía” ni “delito”, sino una infracción civil, como pasar un semáforo rojo.
“Mi papá salió de detención el día 27 de enero, 2020, ganó asilo político y mi mamá salió el 13 de febrero, 2020, después de 7 meses detenidos. En esos 7 meses comieron arroz y frijoles dos veces al día, todos los días. Pasaron frío, ya que les daban unas sabanitas finas y con eso debían arroparse.
Nuestras vidas de espera en Miami
“Durante todo ese tiempo, mi hermana Miliseth y yo con nuestros esposos y niñas experimentamos algún alivio en el convento de las Hnas. Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús de Miami, Florida. Nos introdujeron a la misa en español en la ciudad. Formamos allí en el convento un pequeño grupo de apoyo de venezolan@s basado en nuestra fe católica. Cada mes nos reuníamos para tomar algún refresco, para charlar, para compartir noticias sobre nuestros parientes y la situación del país. Al final íbamos a la capilla para hacer una Adoración con el Santísimo Sacramento expuesto, con una corta charla de la Hna. Kati. Además de alabar a Dios por sus misericordias e implorar la victoria del bien sobre el mal en nuestra patria y para nuestros parientes, rezábamos la consagración a la Virgen de Coromoto, y por supuesto, añadíamos plegarias por tantos otros países oprimidos. El convento de las Esclavas y la acogida de las 4 hermanas fueron un verdadero asilo para nosotros!
“Esos viajes, esas estancias en los Centros de Detención (presos), fueron los 7 meses más duros y difíciles que han vivido mis padres, pero nunca perdieron la fe en Dios. Su fe y esperanza se fortaleció cada día. Y dado el ambiente hoy, están conscientes que su libertad es el milagro hecho por nuestro amado Padre Dios y la intercesión de nuestra Madre, la bendita Virgen de Coromoto, que nos aman tanto “
Mileidys Gonzalez Delgado, Miami Florida, 12 de marzo, 2020 con la H. Kati Cooper, acj